En los últimos meses he estado informándome sobre las
llamadas tertulias dialógicas, principalmente gracias a mis amigos Alejandro y
Elena, docentes innovadores donde los haya. Estas tertulias son una actividad
muy efectiva dentro de las Comunidades de Aprendizaje y se basan en una
construcción colectiva a partir de un debate o charla sobre una creación humana
relevante. Hay tertulias dialógicas literarias, sobre música u otras creaciones
artísticas o incluso sobre descubrimientos científicos.
En las literarias se eligen clásicos de la literatura
porque su calidad y riqueza del lenguaje es garantizada y porque su carácter
universal los hace aplicables a cualquier tipo de contextos. Para empezar este
tipo de actividad con mi tutoría, escogí textos con una base científica,
concretamente un capítulo del libro "El hombre que confundió a su mujer
con un sombrero" de Oliver Sacks, donde se narran insólitos casos clínicos
reales del conocido neurólogo y escritor británico.
En primer lugar, despejamos el aula y nos sentamos en
círculo para leer parte de uno de los textos escogidos. Aunque la lectura es
individual, escogemos varios voluntarios para que el texto sea leído en voz
alta por turnos.
Además de la lectura en sí, le pedimos al grupo que
vayan señalando con un lápiz aquellas palabras, frases o párrafos que, por la
razón que sea, les haya llamado la atención. Puede ser porque no lo hayan
entendido bien; porque lo señalado les haya traído un recuerdo personal o
porque lo relacionen con un suceso actual o reciente. El objetivo no es hablar
sobre el contenido del texto ni analizarlo sino hablar a partir del mismo.
Una vez acabada la lectura, aquellos alumnos que lo deseen
leerán de nuevo la palabra o parte que les ha llamado la atención y contarán el
por qué. Un pilar fundamental en las tertulias dialógicas es el respeto al
turno de palabra y la intervención totalmente igualitaria, así que, obviamente,
nosotros seremos los moderadores.
Así pues, a partir de una
palabra o párrafo se iniciará un debate o charla que puede derivar en los temas
más dispares.
En mi caso, el texto del Dr. Oliver Sacks hablaba de
un paciente que era profesor de música, lo que uno de mis alumnos relacionó con
un desencuentro que había tenido con su propio profesor de música esa semana;
eso nos llevó a un interesante debate sobre las relaciones profesor-alumno.
Otra alumna destacó la palabra "miedo" y el grupo empezó a hablar
sobre las cosas a las que tienen miedo, desde fobias a miedos sobre su futuro o
su propio bienestar y el de los suyos. A su vez, el miedo nos llevó a debatir
sobre cuál es la mejor manera de vencerlo y los alumnos intercambiaron
diferentes opiniones. Finalmente, una alumna destacaba el término
"prosopagnosia" que se explicaba en el texto porque ella había leído
una novela juvenil sobre un chico que tenía esta alteración (incapacidad de
reconocer a las personas por su físico) y eso nos llevó a hablar sobre la
importancia del físico en la sociedad y en las relaciones... Como podéis ver,
un variado conjunto de temas a partir de un relato sobre un caso clínico real.
¿Qué conseguimos en tutoría con estas tertulias? En
primer lugar, se fomenta el diálogo e intercambio de interpretaciones a partir
de un mismo texto. Esto implica que compartan el conocimiento y que se refuerce
la comprensión y la habilidad lectora. Por descontado, el diálogo favorece su
competencia comunicativa en las formas de explicarse y expresarse. Además, se
potencia el respeto en el turno de palabra y en las ideas ajenas. En general,
se crea un ambiente de participación, respeto y comprensión a los compañeros
que tiene un innegable valor como actividad de éxito. Yo pienso repetir... ¿Y
vosotros?
Imágenes:
-Portada del libro "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" de Oliver Sacks. Editorial Anagrama (imagen: anfrix.com)
-Imagen tertulia (artxart.com)
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